martes, 28 de julio de 2015

Lo sabroso del país



La originalidad de la comida mexicana con su diversos sabores, colores, olores y texturas, presentes a diario en nuestras mesas, en los altares donde recordamos y rendimos homenaje a nuestro muertos, en las fiestas religiosas, patrias y de unión familiar; es orgullosamente reconocida a nivel mundial y considerada entre las cinco más importantes del mundo junto con la de china, la india, la italiana y española.
El maíz es su máximo representante, con más de siete milenios de antigüedad y que según los mayas es la creación de los dioses y a partir del cual crearon la humanidad. El origen y cultivo de este nutritivo y rico elemento ha sido base de la alimentación de todas las culturas de nuestro país, por lo que es un símbolo de creencias y de identidad cultural.

En base a todo esto, investigadores en gastronomía y a través de CONACULTA (Consejo Nacional para las Cultura y las Artes) presentaron el pasado mes de Julio a la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) una propuesta para que la comida mexicana sea considerada Patrimonio Inmaterial y Oral de de la humanidad.

La cocina mexicana sufrió un verdadero abandono por muchos años. En la década de 1970, se pensaba que la gastronomía nacional no debía llegar a las grandes mesas, una idea aprendida, quizá, de la época de principios de siglo cuando todo lo que tenía un mínimo de importancia o prestigio era de origen francés, tanto en la comida como en las artes o la arquitectura, una idea concebida e impulsada por el presidente Porfirio Díaz, quien durante sus más de 30 años en el poder, concibió una nueva clase de aristocracia y los llevó al poder tanto económico como social en México, convencidos de que las maneras francesas y europeas eran lo mejor que había en el planeta, dejando a un lado las tradiciones nacionales y los ingredientes. Como consecuencia de este vacío de casi un siglo, muchos ingredientes tradicionales de la cocina prehispánica comenzaron a desaparecer y a extinguirse y, debido a esto, hoy en día hay un movimiento nuevo de cocineros y académicos que tienen una sola misión: rescatar y restaurar la grandeza de nuestra cocina para las nuevas generaciones.

Sabemos que el arte de la comida, sin importar de donde provenga, es algo que inquieta a cualquier paladar. El conocer diversas formas de guisos y combinaciones infinitas de sabores. Pero de algo que nunca debemos avergonzarnos es de nuestras raíces, sin importar que pase. Porque así como tenemos cosas malas, tenemos demasiadas buenas que nos distinguen del resto de los países y afortunadamente la comida mexicana es una de ellas.

El Portón te ofrece la típica comida mexicana con un sabor muy especial.
Déjate resbalar en el tobogán del sabor que te ofrece en cada uno de sus platillos y mantén presente la distinción y lo delicioso que es la cocina mexicana.


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